Dentro de poco no sería extraño ir a comprar una cafetera y que te digan: «llévate mejor esta que tiene más núcleos». Y es que la dimensión que está tomando esta guerra de los núcleos es la de una estrategia de marketing tan agresiva que está creando una gran confusión en el consumidor final. Cada día escuchamos hablar de procesadores y de núcleos como si cuantos más tuviera más potente sería, pero ¿es esto realmente así?

No todos los procesadores son iguales

Antes de saltar de lleno al artículo viene bien aclarar algunas cosas. A la hora de comparar dos procesadores muy diferentes entre sí es muy difícil hacerse una idea de cual de los dos será mejor si solo contamos con datos tan básicos como el número de núcleos o la frecuencia de cada núcleo. De un procesador a otro pueden variar muchos aspectos, desde la propia tecnología del procesador hasta magnitudes como el IPC, frecuencia, bus de memoria o incluso la misma electrónica y el tipo de instrucciones. Quizás sea por eso que en los últimos años las pruebas de rendimiento o benchmarks se hayan hecho tan populares, pues nos permiten cuantificar con un valor numérico la potencia bruta del procesador o su rendimiento en diferentes tipos de operaciones.

Por tanto, comparar procesadores totalmente diferentes es una tarea complicada al intervenir numerosos factores, por lo que con algo tan sencillo como el número de núcleos es imposible hacer ni tan siquiera una mínima aproximación. El marketing es el que ha decidido que el número de núcleos «cuantos más mejor», tal y como sucediera hace unos años con la cantidad de memoria RAM y capacidad de disco duro de los ordenadores portátiles. Para poner un poco de cordura a la guerra de los núcleos tenemos un par de ejemplos muy famosos, pues el reciente Snapdragon 820 tiene tan sólo 4 núcleos y un procesador de sobremesa como el Intel i5-6600k  también cuenta con 4 núcleos.

comparativa helio x20 snapdragon 820 guerra de los nucleos
                                        Comparativa entre Helio X20 y Snapdragon 820

¿Entonces qué es lo que importa?

En el lado de un usuario final lo realmente importante debería ser el rendimiento final de ese procesador y su relación calidad/precio, dejando de lado esta guerra de los núcleos y centrándose en lo que ofrecerá el procesador a lo hora de trabajar. Por tanto lo más aconsejable es escapar del marketing y de la exclamación habitual de decir: ¡Oh, tiene 32 núcleos!. Para esto hay a disposición algunas webs que se dedican a recoger los resultados de muchos usurarios e intentar comparar procesadores entre si en diferentes categorías. Un buen ejemplo de esto es CPUBoss para procesadores de PC o GeekBench y AnTuTu en smartphones. De todos modos siempre es necesario poner cordura a esos resultados y no dejarse llevar por un sólo número, pues volveríamos a caer en el marketing otra vez.

guerra de los núcleos procesador sobremesa
                                                          Esquema procesador x86

Entrando en la parte más técnica tenemos diferentes valores que sí que nos permitirían hacer una mejor comparativa entre procesadores. El número de instrucciones por ciclo (IPC) es la cantidad de instrucciones que puede ejecutar cada núcleo por cada ciclo de reloj. Así, obtenemos un valor cuantificable para un sólo núcleo. En este momento entra en juega un elemento conocido, la frecuencia de cada núcleo, esto es, el número de ciclos por segundo (Hz). Por tanto, cuanto mayor sea la frecuencia, más «rápido» trabajará el núcleo. Esto no quiere decir que un núcleo/procesador con más frecuencia sea mejor que otro con un valor menor, pues como hemos visto hasta ahora es necesario tener en cuenta muchos factores.

Si multiplicamos el IPC por la frecuencia, obtendremos el número de instrucciones ejecutadas por segundo (MIPS). Este valor sería una aproximación simple, pero precisa, a la hora de comparar diferentes núcleos entre sí y en el fondo es lo que hacen los benchmarks, sólo que variando el tipo de operaciones. Y es en este momento donde entra por fin el número de núcleos, pues el rendimiento total del procesador será el resultado de multiplicar el MIPS por el número de núcleos. Por ejemplo:

  • El procesador A tiene un MIPS por núcleo de 5  y 4 núcleos, lo que nos deja un total de 20.
  • El  procesador B tiene un MIPS por núcleo de 3 y 8 núcleos, con un total de 32.

En este caso vemos que de forma aproximada el procesador B debería ser más potente que el A, pero no exclusivamente por el número de núcleos sino como resultado de diferentes elementos.

Ahora bien, gran parte de esto se viene abajo cuando entra en juego el software y no se usan todos los núcleos. En los casos anteriores siempre estamos teniendo en cuenta que se van a utilizar todos los núcleos y al 100%, pero eso varía mucho de una aplicación a otra. Mientras que algunas aplicaciones o programas están preparadas para utilizar la totalidad de los núcleos (edición de vídeo por ejemplo), otros tan solo podrán utilizar 4 núcleos e incluso algunas no irán más allá de 1 o 2 núcleos. De este modo, todos los cálculos anteriores pierden valor, pues según el tipo de aplicaciones que vayamos a utilizar no siempre haremos uso de todos los núcleos. En el caso de los smartphones, muchas veces las soluciones multinúcleo vienen divididas en bloques para poder optimizar el consumo y el rendimiento. Por ejemplo, dos núcleos de bajo consumo se utilizan para las tareas cotidianas y otros dos se activan cuando jugamos o hacemos uso de aplicaciones pesadas.

esquema paralelización guerra de los núcleos
                           Esquema de paralelización con cuatro núcleos

 Los núcleos importan, pero no tanto

Está claro que el número de núcleos es un elemento protagonista dentro de un procesador, pero como hemos visto se utiliza más como una herramienta de marketing en esta guerra de los núcleos y su objetivo es el de engañar al consumidor general. A la hora de cuantificar la potencia de un procesador para compararlo con otro se deben tener en cuenta tantos elementos que a veces resulta casi imposible obtener unos resultados fiables. Por tanto, lo más recomendado es acudir a información fiable y experiencias reales de uso, donde podamos ver realmente como se desenvuelve el procesador en determinadas tareas y en conjunción con el resto del hardware.

 

4 Comentarios

  1. He tenido discusiones con clientes y amigos acerca de este asunto y siempre me recuerda a las cámaras de fotos y la época n la lucha por ver quien tenía más Megapixels.
    Excelente artículo Diego.

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